San Pedro de Atacama: Un sueño viajero
San Pedro de Atacama no era el destino planificado. Sin embargo, se convirtió en uno de los lugares más interesantes e impresionantes que he ido y hoy lo recomiendo como un «sueño viajero». Aquí te dejo nuestro recorrido y fotos para que te inspires y lo agregues a tu lista.
Primera parada: Antofagasta
*recuerda que puedes clickear en las fotos para verlas en grande
Puesto que nuestro destino principal era Uyuni, todo comenzó con la planificación para llegar ahí. Llegar desde Uruguay no es cosa fácil. Habían dos opciones: ir por el norte de Argentina o el norte de Chile. Optamos por la segunda siguiendo la sugerencia de una amiga de mi mamá que vive en Chile hace muchos años. Se podia aterrizar en Calama (pueblo a una hora de San Pedro de Atacama) o en Antofagasta (en la costa, más lejos). En este caso también fuimos por la segunda opción por una cuestión de precios (a fin de año toda esa zona se llena y los precios suben muchísimo).
Los primeros días los pasamos en Antofagasta, que debo decir es una ciudad no muy linda, que para peor tenía marea roja cuando llegamos y el mar se veía espantoso. Hay un par de cosas para hacer ahí pero no mucho (no vayan a Antofagasta a no ser de que sea absolutamente necesario). Las dos más impresionantes son La Mano del Desierto y La Portada. Eso sí, fuimos a comer a un restaurante tan pero tan delicioso que nunca más me voy a olvidar de él: Amares. En general, comimos exquisito en todas partes, pero sin duda este lugar se destaca por sobre todos los otros lugares que comimos en Chile durante toda la estadía.
Pico de emoción: San Pedro de Atacama
Atravesar las rutas de Chile por el norte es una experiencia muy peculiar (nosotros alquilamos un auto y recomiendo enormemente que lo hagan y eviten los tours. Eso sí, un BUEN auto, o la van a pasar mal. Mejor si es una camioneta alta con buenas llantas). La inmensidad, desolación y monotonía del desierto generan una sensación muy extraña, a veces un poco claustrofóbica, pero igualmente positiva. Que la naturaleza te abrume de tal manera lo encuentro una sensación muy fuerte y fue sin duda un sentir general que nos dejó la llegada a San Pedro.
Honestamente, de San Pedro de Atacama no sabía NADA. Creo que comencé a leer algo sobre este pequeño pueblo en un valle del desierto de Chile apenas unos días antes. En general suelo estudiar mucho cada destino, pero de vez en cuando no saber nada también está bueno. Después de un viaje hiper-planificado a Israel y Jordania, creo que tanto mamá como yo apreciamos nuestra libertad de decidir todo a último momento.
Qué visitar entre tantas opciones
Hay tantos lugares alucinantes y deslumbrantes en los alrededores de San Pedro de Atacama que la lista se hace bastante difícil. En general, no hay persona que haya ido que no ame este lugar. Igualmente, dejo debajo una aproximación a lo que a todos los viajeros (mi madre, mi padre, Andrés y yo) nos gustó más:
- Lagunas escondidas de Baltinache: un paraíso terrenal en el medio del desierto. Se trata de 7 lagunas de sal en las que se puede flotar en aguas cristalinas. Estas lagunas NO están en guías como Lonely Planet y son una maravilla. El camino es durísimo, mucha gente pincha, pero no se puede salir de San Pedro sin visitarlas. Si se va solo hay que ir bien bien temprano para evitar la cantidad de gente y disfrutarlo bien.
- Lagunas altiplánicas: dos maravillas de la naturaleza a más de 4000mts de altura. La ruta hacia las lagunas es un plus, y los picos nevados otro. Se llaman Miñiques y Miscanti por los volcanes que las rodean. También es mejor ir solo y madrugar para evitar las multitudes.
- Termas de Puritama: estas termas son de administración privada y las mantienen espectacularmente bien. El camino hacia el norte de San Pedro es otro espectáculo, y cuando se llega a las termas no se puede sino suspirar de emoción. Se trata de unas piscinas naturales que van de 28 a 32 grados de temperatura en las que se puede dar un baño y descansar después de tanta ruta. Todas son de aguas limpias y transparentes y están rodeadas de una isla de verde en medio de un cañón que está decorado con picos de nieve por detrás. Es realmente deslumbrante.
- Atardecer en el Valle de la Luna: gracias a las recomendaciones de mi amiga chilena Lore, optamos no por entrar al Valle, sino apreciarlo desde arriba al atardecer. Hay un sitio perfecto marcado en el camino hacia Calama. La entrada son apenas 3.000 pesos chilenos y desde ahí se puede disfrutar del mejor atardecer que yo haya visto jamás. Una paleta de rojos intensos en el valle y el cañón, con toques de lila y rosados casi fluor en el cielo hacen de este escenario una total maravilla y te regalan un momento genuinamente único.
5. Pukará de Quitor: unas ruinas del silgo 12 cerca a San Pedro. No son una locura pero creo que son buenas para un paseo corto y cerca y para tener una vista linda del pueblo con un poco de verde y las montañas.
Lugares que no pudimos ir o no nos gustaron:
- Los ojos del salar: dos pozos inentendibles en los que se puede bañar, pero después de Baltinache medio que es difícil impresionarse con estos.
- Laguna de Chaxa: teóricamente un lindo lugar para ver flamencos, pero fuimos dos veces y estaba cerrado 🙁
- Laguna Cejar: otra laguna en la que se puede flotar, pero nada que ver. Es carísima y mucho más lindas las de Baltinache
- Valle de Marte: solamente está bueno si te gusta hacer sandboard.
- Toconao y Socaire: dos pueblos que muchas veces suman a los tours que realmente no tienen nada. Sin embargo, los están arreglando un poco para el turismo y quizás en algunos años haya algún atractivo más interesante.
- Géiseres del Tatio: mi amiga Lore ya me había dicho que estaban un poco sobrevalorados. Después conocimos a dos brasileños que fueron y nos dijeron lo mismo. Para ir hay que madrugar como un loco y la ruta es difícil, quizás si alguien quiere ir le recomendaría ir en tour para no estresarse.
San Pedro de Atacama: un destino para no perderse
Qué decir: San Pedro es el sueño del viajero hecho realidad. Los planes no se acaban y todo es espectacular. Además, la noche en el pueblo tiene toda la onda y hay miles de opciones, todas ricas, para comer y tomar algo. Una súper recomendación es darse una vuelta por el Hotel Las Cumbres de San Pedro. Nosotros fuimos a ver el atardecer y tomar algo y pasamos brutal. La gente evita entrar pensando que es carísimo, pero la realidad es que sale exactamente igual que los del pueblo y es notoriamente superior. Pasamos año nuevo en el restaurante Adobe, una recomendación de Majo una amiga que fue hace unos años y piró colores con este restaurante, que la verdad se come rico y el ambiente es muy único. Otro restaurante deli y muy barato es El Charrúa (si señores, un uruguayo puso un restaurante ahí y la está rompiendo, MAL).
Hay tanto para decir de este destino que cualquier entrada de blog se va a quedar siempre corta. Es un viaje sin duda de muchas emociones, de mucha conexión con la naturaleza y de infinitas aventuras. Es una demostración que no hay que atravesar ningún océano para ver las maravillas del mundo. Están acá no más los paisajes más impresionantes que se pueden ver y las sensaciones más fuertes que se puedan sentir. En definitiva, este es un un VIAJAZO que dejamos atrás repleto de lindos momentos.
Para seguir tomando apuntes:
- No te olvides de seguirme en instagram en @mariadcperrier . Ahí tengo unas historias destacadas con más información y fotos de cada uno de los lugares destacados y no tan destacados.
- También podés ver mi perfil en TripAdvisor. A ver, no soy fan de TripAdvisor, pero debo confesar que la nueva aplicación está muy buena. En mi perfil armé una carpeta del destino con cada lugar que fuimos y no fuimos pero nos recomendaron, así como restaurantes y otras recomendaciones más detalladas que no pongo en el blog por cuestiones de espacio (¡y para no aburrirlos!)
- Escribime en los comentarios o mandame un mail. Te ayudo sin problema a armar este viaje si te tentó 🙂
Rosina Otegui
on 8 enero 2019Me fascinó tener tus vivencias de un lugar para mi hasta ahora casi desconocido … Muchas gracias …
Maria del Carmen Perrier
on 10 enero 2019¡GRACIAS TÍA! Creo que les encantaría el paseo de verdad, ¡para tener en cuenta!